domingo, 23 de diciembre de 2007

Pasteras...
“La reacción tardía del gobierno argentino es imperdonable”

Atilio BorónDice que el conflicto originado por la instalación de Botnia en la cuenca del río Uruguay es un episodio “desgraciado”. Pero que el gobierno argentino no anticipó en ningún momento, manifestando así una indiferencia inexcusable. Eso le dijo a EL DIA Atilio Borón, un prestigioso politicólogo y sociólogo que estuvo en Gualeguaychú, invitado por Corporación del Desarrollo, para hablar sobre Latinoamérica y la disputa mundial por los recursos naturales.o
- ¿Cómo ve el conflicto desatado alrededor de la pastera Botnia?
Atilio Borón:- Bueno, lo veo con la enorme preocupación que tenemos todos los argentinos. Porque esto no sólo afecta a Gualeguaychú. Y actualiza un problema relativo al descuido muy grande que ha tenido Argentina en orden a la preservación de la calidad del medio ambiente. Y el conflicto éste lo pone en evidencia de una forma notable, inocultable. Algunas cosas que ya existían, pero estaban soslayadas ante la opinión pública, hoy en día, debido a la magnitud que ha tenido la crisis de las pasteras, me parece que se han transformado en temas que se han incorporado definitivamente a la agenda nacional.
- ¿No cree que el conflicto en la cuenca del Uruguay ha puesto en entredicho al Mercosur?
- Ha significado, efectivamente, un cimbronazo muy grande. Ciertamente. Esto es una situación muy desgraciada. Que Gualeguaychú está tratando de resolver de la mejor manera posible. Fracasaron los organismos y las instancias de regulación del Mercosur. Y creo también que el gobierno argentino quedó -cómo decirlo- dormido ante esta situación. Reaccionó muy tardíamente.
- Aquí existe la percepción de que si los vecinos no se movían, no pasaba nada...
- Bueno, justamente. Pero todo gobierno tiene que tener capacidad de anticipación de los problemas. No puede ser que reaccione cuanto todo el mundo ya reaccionó. Cuando usted tiene una enfermedad que es visible para todo el mundo, lo más probable es que sea incurable. Acá, lamentablemente, el gobierno argentino reaccionó con indiferencia, con desdén, ante lo que era una abierta violación al Tratado del Río Uruguay. Esto es, realmente, imperdonable. Y ahora vamos a ver qué pueden hacer de aquí a futuro. Y en este contexto, el pueblo de Gualeguaychú salió a defender su calidad de vida con abnegación y hasta con heroísmo. Se trata de una lucha a la que hay que acompañar. Es una lucha muy desigual, lamentablemente. Por varias razones. Una es que el gobierno uruguayo está entregado de pies y manos a los grandes poderes económicos trasnacionales. Algo que digo con profundo dolor.
- ¿Qué pasa en Uruguay?
- El gobierno uruguayo ha optado, desde hace ya mucho tiempo, por un patrón de desarrollo depredador desde el punto de vista ecológico. Que va a convertir al Uruguay, en un plazo de 40 o 50 años, en una región semidesértica. Esto dicho por los ambientalistas uruguayos, no es un descubrimiento de Atilio Borón. Por eso están tan preocupados por el futuro de su país. Entre otras cosas, porque se ha elegido el eucalipto, considerado el árbol más agresivo hacia el medio ambiente. El gobierno uruguayo no va a hacer nada. Está atado de pies y manos ante un modelo forestal depredador, manejado por grandes trasnacionales. La prueba de esto está en que, cuando meses atrás Kirchner y Tabaré decidieron hace una tregua, Botnia a los dos días la violó, actuando como si no le importase nada.
- ¿Por qué cree que el gobierno argentino actuó tarde?
- Se trata de un gobierno que no ha tenido demasiada sensibilidad para las cuestiones internacionales. Se ha movido con mucha torpeza en varios terrenos. La gestión de Rafael Bielsa al frente de la cancillería, lamentablemente, permitió que pasara lo que ya sabemos, y ahora estamos pagando las consecuencias. Este es el tema.
- La presencia inconmovible de Botnia en la cuenca del río Uruguay parece dejar una lección amarga. La de que una multinacional tiene más poder que dos Estados...
- Mire, eso es relativo. Acá debiéramos volver al tema del Mercosur. Creo que el Mercosur quedó debilitado al demostrar, con este incidente, que es apenas un pacto meramente comercial. Y un pacto de esa índole, aunque sea regional, no permite avanzar mucho. Y aquí la gran innovación que se viene con la incorporación de Venezuela al bloque. Porque más allá del debate que se pueda hacer sobre el líder venezolano, Hugo Chávez tiene una visión política del proceso regional, aprendida de la experiencia europea. Es decir, la Unión Europea no sólo es una unión comercial, ante todo es un proyecto político. Esto es lo que Chávez quiere que se produzca en nuestra región. Y hacia esa meta están avanzando los gobiernos, pero muy a las trancas. Algunos no están muy convencidos. En este sentido, la crisis que desata Botnia deja al descubierto esa falta de visión política integral en el Mercosur. En contraposición, en Europa, frente a una situación como ésta, rápidamente lo hubieran saldado. Los organismos de la Unión Europea hubieran frenado la inversión.

La lucha por el petróleo, el agua y los “necro-combustibles”
- El tema forestal nos introduce en el tema de la disputa por los recursos naturales...
- Efectivamente, y es una disputa durísima.
- Hemos vuelto a hablar de geopolítica, después de los ‘90...
- En los noventa, es cierto, nos olvidamos de muchas cosas. Pero mire, la geopolítica siempre ha sido la política en el espacio. Toda política tiene como referencia un territorio. No existe la política en abstracto, en el mundo sólo de las ideas. Necesita territorio y en este territorio hay mujeres y hombres, hay gente que produce y gente que consume... Y efectivamente, la geopolítica fue dejada de lado entre nosotros... Pero hoy estamos ante una situación muy delicada, ya que el gran energético de la actual civilización, el petróleo, se acaba. Esto es una cuestión de tiempo. No se sabe si se acaba en el 2050 o en el 2070. Hay muchas especulaciones porque las cifras son sumamente erráticas. Además se trata de cifras que están teñidas por los intereses de los sectores que quieren hacer subir o bajar el precio del petróleo. Cuando buscan el alza se habla del agotamiento de las reservas, cuando quieren la baja se publicitan nuevos pozos. Pero al margen de este juego, no cabe duda de que el petróleo no es un recurso infinito. Y que el proceso de reconversión hacia otra fuente energética (lo más probable es que se haga con el nitrógeno) es un proceso que puede durar 50 o 60 años. Entonces, la preocupación de las grandes potencias (Estados Unidos, la Unión Europea, Canadá, China, etc.) es asegurarse de ese recurso hasta que se consolide el nuevo paradigma energético pos-petrolero.
- ¿Hay, entonces, una lucha despiadada por el petróleo?
- Sí, pero también por el agua y por la biodiversidad. Y ustedes (los litoraleños) están parados sobre la más grande reserva de agua dulce del mundo, el Acuífero Guaraní. Es decir, esto no se puede ignorar. Pero gobiernos como los que tenemos nosotros -a ambos lados del río de la Plata- en general no han prestado mucha atención a este tema. Todo esto, a la larga, después se paga.
- En Entre Ríos vivimos del boom sojero. Casi el 70% de la tierra cultivable se destina a este cultivo. Y ahora los agro-negocios están en alza a raíz de los llamados biocombustibles. ¿Usted qué piensa de este proceso?
- Lo veo con mucho pesimismo. Hay que pensar que el género humano no ha resuelto el tema del hambre. Hay 1.000 millones de personas que no comen bien o se van a acostar con hambre. Si usted empieza a transformar los alimentos en combustibles, entonces estamos en problemas. Porque desata un encarecimiento del precio de los alimentos, algo que ya se está dando. He escrito un trabajo importante, bien documentado, sobre este tema. Está publicado en un libro que se llama “Tanques llenos, estómagos vacíos”. Allí demuestro, sobre la base de estudios diversos y de modelo econométricos realizados por académicos norteamericanos, que por cada 1% de aumento en los precios de los alimentos, un millón y medio de personas caen, de la noche a la mañana, bajo la línea de indigencia. Y se está hablando de que las alzas en los alimentos puede oscilar entre el 200 y el 300%. Ahora mismo el aumento del precio de la harina de maíz golpea a México, donde la tortilla de maíz es de consumo popular.
- Pese a que los biocombustibles se están publicitando como el gran negocio del siglo...
- Que es un gran negocio, sin lugar a dudas. Pero que va a dejar un tendal de muertos, también. Por eso Fray Beto -el cura brasileño- dice que no hay que hablar más de bio (vida)-combustibles, sino de necro (muerte)-combustible. Por eso Entre Ríos tiene que pensar seriamente en lo que hace con sus recursos. Una de las riquezas fundamentales que ofrece la naturaleza es la biodiversidad. Cuando usted uniformiza todo liquida no sólo la biodiversidad de las plantas sino de las especies animales. Recuperar esto va a ser una tarea ímproba. Por eso creo que hay que ponerle coto a la expansión de la soja.
- Esto es muy difícil porque el Estado recauda (retenciones) gracias a este cultivo...
- Bueno, ¿pero por qué no recauda con un mejor sistema tributario? Porque la actual recaudación es ecológicamente depredatoria. Debería tener un esquema de otro signo.Perfil del entrevistado
Atilio Borón se doctoró en Filosofía en la Universidad de Harvard. Actualmente es investigador del CONICET y profesor titular de la cátedra de Teoría Política y Social en la UBA. Dirige el PLED (Programa Latinoamericano de Educación a Distancia en Ciencias Sociales) del Centro Cultural de la Cooperación. Entre 1997 y 2006 fue Secretario Ejecutivo de CLACSO, el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, organismo no gubernamental internacional que agrupa unos 200 centros de investigación y programas de postgrado de ciencias sociales en América Latina y el Caribe. Autor de varios libros y de más de un centenar de artículos sobre diversos temas, ha sido profesor en programas doctorales en el Massachussets Institute of Technology (MIT), en las universidades de Columbia y California.


Asambleístas de Gualeguaychú harán una mesa navideña a poca distancia de Botnia.

La Asamblea Ambiental Ciudadana de Gualeguaychú resolvió cruzar al Uruguay en la noche de este lunes para armar una mesa navideña a escasa distancia de la planta de la empresa finlandesa Botnia en Fray Bentos.La convocatoria es a las 23 (hora argentina) del lunes, ya que Uruguay tiene los relojes una hora más adelantada.El asambleísta José Pouler aclaró no obstante que no piensan ingresar a la ciudad de Fray Bentos.Asimismo, dijo que los asambleístas se reunirán en una cena navideña el martes 25, para compartir además números artísticos, y recordó que ese día se cumplirán 400 días consecutivos del corte de la ruta internacional en el paraje de Arroyo Verde, a 28 kilómetros al noreste de Gualeguaychú y a sólo 15 de la empresa Botnia.Pouler precisó que en la noche del 24, los asambleístas realizarán los trámites de rigor en el puente internacional General San Martín que une Gualeguaychú y Fray Bentos, para instalar la mesa navideña en la ruta de entrada a la ciudad, a poca distancia de Botnia.


Colón libera en Navidad, y Concordia anuncia cortes sorpresivos.

En consecuencia, el puente Colón-Paysandú queda interrumpido hasta el domingo a las 19.La asambleísta Silvia “Poli” Echeverría, adelantó que las noches de navidad y de año nuevo la ruta permanecerá liberada y que el martes 25 el corte se llevará a cabo entre las 20 y las 22. En tanto, la dirigente dijo que se analiza la modalidad del corte para el mes de enero, y adelantó que se realizarán actividades de difusión de la lucha antipasteras, ya que la ciudad de Colón tiene una alta convocatoria de turistas en verano.*Cortes sorpresivos en Concordia La Asamblea Ambientalista de Concordia, “Concorvida”, informó que se analizan posibles cortes sorpresivos en la ruta internacional 015, que lleva a la localidad uruguaya de Salto, en la zona de Salto Grande.Luis Román, asambleísta de Concordia, replicó declaraciones del nuevo intendente de esa ciudad, Gustavo Bordet, quien dijo que haría “todo lo posible para que no se corte nunca más el puente de Salto Grande”. Frente a esas declaraciones, dijo Román, se analizan los cortes sorpresivos.La Argentina y el Uruguay están unidos por tres puentes sobre el río Uruguay, dos de los cuales estarán cortados este fin de semana.El puente internacional General San Martín, entre Gualeguaychú y Fray Bentos, ya no está vallado desde el Uruguay, pero sigue cortada desde el 20 de noviembre de 2006 la ruta internacional 136 que lleva a ese enlace vial.Unos 120 kilómetros al norte se ubica el puente Colón-Paysandú, donde asambleístas bloquearán la carretera de acceso al enlace vial, la ruta internacional 135.Por ruta nacional 14, a algo más de cien kilómetros hacia el norte, se llega a Concordia y desde allí a la ruta internacional 015, que va al puente Concordia-Salto, donde no se descartan cortes sorpresivos.