Miles de evacuados entrerrianos lograron regresar a sus casas.
De los 18.000 damnificados, solamente un millar continúa en los centros de atención de la provincia. El buen tiempo desde hace casi una semana hizo que casi la totalidad de los ríos desbordados vuelva a su cauce normal, dejando las viviendas libres para comenzar con las tareas de limpieza.
La falta de lluvias desde hace casi una semana y el buen tiempo reinante en Entre Ríos están posibilitando que miles de afectados por las inundaciones vuelvan a sus hogares. Al no llover, la casi totalidad de los ríos y arroyos desbordados por el reciente temporal están volviendo a sus cauces normales y permiten que los afectados regresen a sus moradas. De los 18.000 evacuados y autoevacuados que se registraron en la provincia, sólo quedan en los centros de atención de las distintas localidades alrededor de un millar de personas. Junto con el retorno a las viviendas, los damnificados comenzaron con las tareas de limpieza de las casas anegadas. Las tareas son acompañadas por personal sanitario, que trabaja para eliminar los focos infecciosos dejados por el desborde de pozos negros en los barrios periféricos de las ciudades afectadas. También se trabaja para eliminar los restos putrefactos de gallinas, perros, gatos y otros animales domésticos que aparecieron muertos al retirase el agua. Estos animales no pudieron ser rescatados por sus propietarios cuando se inició la inundación y quedaron atrapados en corrales o atados en los fondos de las viviendas, donde perecieron ahogados. En la capital entrerriana esta mañana continuaban los cortes de calles en varios barrios para exigir respuestas de las autoridades ante la emergencia. Mientras algunos damnificados se quejan de no haber recibido elementos para afrontar la emergencia, otros rechazan los terrenos fiscales que se les otorgaron para levantar sus nuevas viviendas. Otros grupos exigen el apuntalamiento de zonas de barrancas, para impedir que sus viviendas sean dañadas por los desmoronamientos. En el máximo momento de la emergencia, en Entre Ríos fueron evacuadas 6.000 personas y otras 12.000 abandonaron sus viviendas por medios propios. Entre lo enviado por el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación y lo aportado por la provincia, los municipios y las donaciones de particulares, se logró repartir en toda la provincia un total de 4.852 módulos alimentarios, 6.190 colchones, 5.898 frazadas, 4.005 pares de zapatillas, 1.150 paquetes de pañales, 3.359 chapas y 2.925 mudas de ropas. En Entre Ríos, las lluvias y tormentas de las últimas semanas devastaron las plantaciones de verduras y produjeron pérdidas que algunos quinteros estiman en casi el 90 por ciento. La escasez de verduras, frutas y lácteos, sumada al deterioro de las rutas, que obligan a los transportistas a recorrer mayores distancias para llegar a sus destinos, ha provocado en toda la provincia un encarecimiento de esos productos. Los quinteros temen que la situación se agrave en los próximos días, cuando se acabe la poca existencia que queda de esos productos.
La falta de lluvias desde hace casi una semana y el buen tiempo reinante en Entre Ríos están posibilitando que miles de afectados por las inundaciones vuelvan a sus hogares. Al no llover, la casi totalidad de los ríos y arroyos desbordados por el reciente temporal están volviendo a sus cauces normales y permiten que los afectados regresen a sus moradas. De los 18.000 evacuados y autoevacuados que se registraron en la provincia, sólo quedan en los centros de atención de las distintas localidades alrededor de un millar de personas. Junto con el retorno a las viviendas, los damnificados comenzaron con las tareas de limpieza de las casas anegadas. Las tareas son acompañadas por personal sanitario, que trabaja para eliminar los focos infecciosos dejados por el desborde de pozos negros en los barrios periféricos de las ciudades afectadas. También se trabaja para eliminar los restos putrefactos de gallinas, perros, gatos y otros animales domésticos que aparecieron muertos al retirase el agua. Estos animales no pudieron ser rescatados por sus propietarios cuando se inició la inundación y quedaron atrapados en corrales o atados en los fondos de las viviendas, donde perecieron ahogados. En la capital entrerriana esta mañana continuaban los cortes de calles en varios barrios para exigir respuestas de las autoridades ante la emergencia. Mientras algunos damnificados se quejan de no haber recibido elementos para afrontar la emergencia, otros rechazan los terrenos fiscales que se les otorgaron para levantar sus nuevas viviendas. Otros grupos exigen el apuntalamiento de zonas de barrancas, para impedir que sus viviendas sean dañadas por los desmoronamientos. En el máximo momento de la emergencia, en Entre Ríos fueron evacuadas 6.000 personas y otras 12.000 abandonaron sus viviendas por medios propios. Entre lo enviado por el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación y lo aportado por la provincia, los municipios y las donaciones de particulares, se logró repartir en toda la provincia un total de 4.852 módulos alimentarios, 6.190 colchones, 5.898 frazadas, 4.005 pares de zapatillas, 1.150 paquetes de pañales, 3.359 chapas y 2.925 mudas de ropas. En Entre Ríos, las lluvias y tormentas de las últimas semanas devastaron las plantaciones de verduras y produjeron pérdidas que algunos quinteros estiman en casi el 90 por ciento. La escasez de verduras, frutas y lácteos, sumada al deterioro de las rutas, que obligan a los transportistas a recorrer mayores distancias para llegar a sus destinos, ha provocado en toda la provincia un encarecimiento de esos productos. Los quinteros temen que la situación se agrave en los próximos días, cuando se acabe la poca existencia que queda de esos productos.
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