lunes, 6 de agosto de 2007

Ongamira rindió tributo a la Pachamama.
Más de 500 personas se dieron cita en las grutas para recrear la ancestral ceremonia. Rechazaron la explotación minera.
Ongamira. El sábado pasado, las grutas de Ongamira, enmarcadas por el cerro Charalqueta-Colchiquí, fueron el escenario para conmemorar el Día de la Pachamama, una ceremonia ancestral que clava sus raíces en antiquísimas culturas indígenas. El paraje de Ongamira forma parte de la zona rural de Capilla del Monte, en Punilla, aunque está en el departamento Ischilín. Dista 17 kilómetros de la ruta nacional 38, transitando el camino provincial 17. El mal estado de este camino no impidió que más de 500 personas peregrinaran al lugar desde primera hora de la mañana, convirtiendo la celebración en una romería, donde el culto a la tierra se manifestó con distintos rostros y un mismo espíritu. Delegaciones de comunidades indígenas de otros puntos del país se reunieron con lugareños, músicos, cantores y curiosos, que hasta el anochecer se expresaron de las más diferentes formas. Los mil matices de las etnias que poblaron nuestro país se dieron la mano: guaraníes, tobas, comechingones, aymaras y quechuas, se estrecharon en el reencuentro. La ceremonia —un antiguo pedido de permiso a la tierra para poder sembrarla– se inició con invocaciones de un “primogénito” descendiente comechingón de la región. Luego, todo quedó en manos del cacique Lorenzo Pincén, de Trenque Lauquen, quien hizo honor a un arraigado apellido indígena con rango de dinastía. “El que habla lo sagrado”, tal la traducción del hoy apellido Pincén, se mostró “gratificado por este encuentro, que se extenderá en este mes de agosto por todo el país, conmemorando, festejando, el Día de la Pachamama”. Pincén, estaba acompañado por Oscar Campos, proveniente de Perú, también con rango de cacique y “hombre de medicina” de la comunidad quechua taruma, además de Techi Moreno, presidenta de la comunidad de comechingones, saravirones y demás etnias de nuestra provincia. El improvisado tablado, bajo el imponente cerro, albergó un incesante desfile de músicos y cantores, que tuvieron como inspiración la veneración a la tierra y desataron el baile en la amplia explanada, en un clima festivo. Cuando el frío recrudeció y la noche se acercaba, la presencia de Jaime Torres y su charango dio un cierre de excepción a este encuentro, que vibró con la música del Altiplano en un escenario mágico. Por su parte, los vecinos autoconvocados “¡Ongamira despierta!”, reiteraron su pedido de que oficialmente se impida en la región una posible explotación minera. Fueron apoyados con la presencia del biólogo y presidente de Funam, Raúl Montenegro, que participó del encuentro.

No hay comentarios: