martes, 22 de enero de 2008






Botnia “muestra lo que quiere, se le caerá la careta”


El informe de la Organización no Gubernamental Green Cross, cuya cabeza principal es el ex premier ruso Mikhail Gorbachov, provocó un rechazo generalizado entre los asambleístas de Gualeguaychú.
El malestar surgió luego de la nota publicada por La Nación donde se indicó: “después de 70 días del comienzo de las operaciones de la planta de Botnia, en Fray Bentos, el primer monitoreo independiente que se conoce realizado en la margen argentina del río Uruguay concluye que el aire de Gualeguaychú no sufrió ningún impacto de gases contaminantes por la producción de celulosa”.
El Día conversó con cuatro referentes de la Asamblea Ambiental Ciudadana: Martín Alazard, José Pouler, Daniel Pérez Molenberg y Jorge Fritzler. En todos los casos, las críticas apuntaron a la empresa “por la acción marketinera que hace del conflicto”.
Alazard sostuvo que primero “debemos analizar puntualmente lo que dice el informe. No es que Botnia no contamine, se afirma que no han detectado hasta la fecha con los aparatos instalados a 11 Km de la planta compuestos derivados del azufre -que podrían ser los que afecten el día de mañana a la población de Gualeguaychú-“.
- ¿Qué aporta entonces dicho informe?
Con los aparatos esta organización no ha detectado nada. Nos consta que hubo dificultad en la regulación de estos aparatos que están en revisión, ellos mismos dijeron que fueron enviados al exterior para que se los regule. Hablan de que la producción esté en 60/65 % cuando sabemos a través de la entrevista y de los relevamientos directos con técnicos en papeleras que no están trabajando más del 20 %, con interrupciones dado que tuvieron varias dificultades por los accidentes.
Todo eso llama la atención y nos hace pensar que siempre hay una utilización mediática de la cosa, cada vez que uno dice dos palabras Botnia con su campaña marketinera y chequeando toda la información la utiliza pro- Botnia con mucha inteligencia, mucha habilidad. Están preparando todo un boom para la reunión que mañana (por hoy) existiría con el periodismo nacional e internacional.
Consignó además que el informe no es un estudio de impacto ambiental, “lejos de serlo, solo se trata de un chequeo del aire en forma parcial, recién en una etapa que podemos decir de regulación, experimentación, del trabajo de un equipamiento que hay que ajustarlo por así decirlo técnicamente, y vuelvo a repetir, es muy parcial”.
- Hacen hincapié en la ausencia de azufre.
Ellos dicen bien claro ‘nosotros no detectamos compuestos de azufre en los aparatos que tenemos instalados en la playa de Ñandubaysal’. Nosotros decimos ‘perfecto, es aceptable que no hayan detectado por diez mil causas’; puede ser por la distancia o la menor producción y a su vez habría que constatar la regulación de los aparatos como están si la medición si es correcta o no.
- No está claro quién pidió un informe a Green Cross.
Yo tengo información y esto está escrito, es una organización que trabaja en muchos lugares del mundo. No nos olvidemos que en el 2006 el ex presidente Kirchner solicitó la intervención de esta ONG y fue rechazada por el Uruguay. El gobierno argentino se puso en contacto con Green Cross y fue bienvenida pero rechazada por Tabaré Vázquez.
- ¿Si Botnia invita a la Asamblea a recorrer la planta, qué actitud toma?
Yo no perdería una segundo en escuchar a la gente que ya se comprobó y demostró que es mentirosa. ¿Para que voy a perder tiempo con gente que dice que esto no contamina. De que va a purificar las aguas del río Uruguay, de que va a mejorar el medio ambiente?. Quiere decir que estamos hablando con alguien que está pensando en otra cosa, es inútil y perder el tiempo porque después de cuatro años de lucha no nos han entendido.
Por su parte, Daniel Pérez Molenberg indicó que “se hizo un estudio parcial de la situación a 70 días del comienzo del funcionamiento de la planta cuando está en un porcentaje realmente mínimo, no tiene validez como estudio de impacto ambiental acumulativo, ni mucho menos. La contaminación se verá en una sumatoria luego de años y traerá consecuencias en toda la región”.
Consideró que “esto se suma también al operativo de prensa que hace un diario capitalino de gran tirada como la Nación poniendo un título catástrofe con respecto a que Botnia no contamina. Creemos que es mal intencionada esta forma de informar al ciudadano”.
- ¿Cómo saber realmente lo que está haciendo Botnia en este momento?
Es imposible saberlo porque no tienen voluntad de que lo sepamos; desde aquel grupo de alto nivel argentino que quiso hacer un estudio con Botnia para realmente prevenir la situación y que no les dio los datos suficientes; hoy por hoy tampoco los hace. Muestran lo que quieren, la careta que ellos quieren mostrar, alguna vez se les caerá la careta y las consecuencias se verán.
- ¿Cree en el porcentaje de producción?
No, para nada, no creo en los piratas, en Botnia, no creo en lo que nos dicen. Siempre adornan las cosas y nos mienten, es la forma de entrar en este tipo de países cuando las leyes no están acorde a los países del primer mundo.

“Campaña orquestada”
Para José Pouler no hay dudas. “Todo esto es una campaña orquestada por parte de esta empresa que Botnia contrató y una cierta afinidad entre Green Cross y la empresa; mandan un informe incompleto porque escuché a la presidenta decir por la radio que la planta está al 60 %. En un artículo leí que no hay ningún contacto ni con los gobiernos ni con la empresa. Entonces ¿cómo puede aducir lo del porcentaje?”.
Destacó que el estudio “lo iniciaron el 11 de octubre hasta el 20 de diciembre porque los aparatos no están bien calibrados, tiene muchas anomalías este informe, no deberían haber hecho público”.
- Considera una coincidencia el informe dado a conocer días previos a la visita de periodistas argentinos y uruguayos?
Esto es parte de una campaña orquestada y aprovechan para limpiar la imagen de la fábrica. Largando esa información los periodistas van convencidos de que no contaminan. Además, salió que la empresa nos invitó lo que es totalmente falaz; nunca hubo una invitación formal e informal.
Dicen que hace dos años que quieren invitarnos para que conozcamos la fábrica y usted recordará que hasta que no estuvo terminado no se le permitió la entrada a todo periodista -sea uruguayo, argentino o de países europeos. Hay cosas que acá no coinciden, no encajan.
En tanto, Jorge Fritzler consideró que Botnia “está haciendo su juego, están mintiendo respecto al porcentaje de la producción. Están apenas entre 10 y 12 % de su capacidad, no más de eso. La estrategia fue decir ‘empezamos a trabajar y no contaminamos. No hay humo no hay olor’. Al estar a un 10 % de la capacidad obviamente la contaminación es proporcional”.
Recalcó que tienen varias formas de saber las operaciones de Botnia. “Contamos con una base permanente prácticamente en la Isla Inés -lo que es Isla Sauzal- donde sacamos las frecuencia de las barcazas; con datos del ingreso de camiones y después por una cuestión de simple lógica al ver las chimeneas y la cantidad de emanaciones que están largando.
- ¿Se cumpliría en un año la media de su producción?
Eso lo anunciaron ellos, que para llegar al régimen –así lo denominan- iban a tardar por lo menos un año y resulta que ahora salen diciendo -o los medios- que están al cien por ciento en la producción.

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