La presentación se realizó el jueves durante casi tres horas -desde las 8:30 hasta las 11:30-, y su testimonial le permitirá al juez Federal de Concepción del Uruguay tener mayores elementos científicos para dilucidar la causa por el delito de tentativa de contaminación contra la empresa Botnia.En diálogo con EL ARGENTINO, Alazard explicó que su testimonio se centró en los efectos nocivos al medio ambiente y especialmente a la salud que genera Botnia en la región y su declaración se sustentó en base a diferentes informes científicos internacionales de incuestionable seriedad como así también al estudio que realizó el Grupo Técnico de la Asamblea.“Al juez le llevé varias carpetas, que el magistrado pidió que sean especialmente incorporadas al expediente”, explicó Alazard.“La perspectiva en términos de salud la fuimos construyendo en la Asamblea en base a la experiencia de otros médicos que vivieron las consecuencias de las pasteras, como los de Pontevedra en España y los de Valdivia en Chile”, aclaró el asambleísta, que valoró también los estudios y advertencias que realizan en la materia instituciones de incuestionable valor científico como las realizadas por la Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud.“También le aporté al juez un documento que no debe ser soslayado, porque se trata de la propia Embajada de Finlandia en Buenos Aires, donde esa representación diplomática reconoce los efectos negativos al medio ambiente y a la salud que genera una planta como la de Botnia”.De esta forma, Alazard le aportó a Quadrini la documentación que le envío personalmente la primera secretaria de la Embajada finesa, Petra Theman, donde se reconoce textualmente lo siguiente: “El proceso de fabricación de pasta al sulfato o proceso kraft es el más utilizado en todo el mundo, debido a las excelentes propiedades del producto y su aplicabilidad a todo tipo de maderas. Los vertidos de aguas residuales, las emisiones atmosféricas -incluidos los gases fétidos- y el consumo de energía son sus principales problemas medioambientales, aunque también los residuos pueden llegar a serlo en algunos países”.También la Embajada de Finlandia considera que el agua es un recurso renovable, lo que contradice los más elementales conceptos que obran en la materia y que demuestra la subestimación y el prejuicio intelectual y científico que tiene esa cartera diplomática en Argentina. Dice el documento de la Embajada de Finlandia aportado por Alazard: “Las principales materias primas son recursos renovables (agua y madera) y los productos químicos que se utilizan en la cocción y en el blanqueado. Los contaminantes que predominan en las emisiones a las aguas son las sustancias orgánicas. Los efluentes de las plantas de blanqueado contienen compuestos organoclorados, que se miden en AOX. Algunos de los compuestos vertidos por las industrias papeleras son tóxicos para los organismos acuáticos. Las emisiones de sustancias coloreadas pueden perjudicar a los seres vivos que habitan en el medio receptor. Las emisiones de nutrientes (nitrógeno y fósforo) pueden contribuir a la eutrofización de las aguas receptoras. Las aguas residuales contienen metales extraídos de la madera en bajas concentraciones, pero la carga total puede ser importante debido al gran caudal de los vertidos”. Alazar concluye: “A confesión de parte, relevo de pruebas”.Eso no es todo. Alazard también le aportó a Quadrini una información basada en los estudios de Botnia sobre sus propias emisiones reconocidas en los estudios de impacto ambiental. “Pero, a esos números le adjunté la ficha de seguridad química internacional, que son documentos emitidos por el Comité de expertos de Europa sobre el tema y aceptados a nivel mundial como guías, ante fugas y escapes; y la acción puntual sobre la salud humana y el medio ambiente que provocarán esas mismas emisiones”.“Este material también lo tomó Quadrini como muy importante, porque por primera vez cierra el círculo: los químicos y la cantidad que Botnia reconoce que emitirá y la ficha técnica que advierte sobre sus consecuencias nocivas y los efectos nocivos a la salud que genera cada”.Además, le aportó similares perspectivas en materia de salud que realizó el Colegio Médico de Gualeguaychú, la Federación Médica de Entre Ríos y la Confederación Médica de la República Argentina. Este dato institucional también es clave: dado que en Uruguay, cada vez que se habla de salud y pasteras, no lo hace la corporación médica sino los ingenieros químicos, “porque para un médico está claro que las pasteras generan una contaminación perjudicial y nociva para la salud”, sostuvo Alazard.
La presentación se realizó el jueves durante casi tres horas -desde las 8:30 hasta las 11:30-, y su testimonial le permitirá al juez Federal de Concepción del Uruguay tener mayores elementos científicos para dilucidar la causa por el delito de tentativa de contaminación contra la empresa Botnia.En diálogo con EL ARGENTINO, Alazard explicó que su testimonio se centró en los efectos nocivos al medio ambiente y especialmente a la salud que genera Botnia en la región y su declaración se sustentó en base a diferentes informes científicos internacionales de incuestionable seriedad como así también al estudio que realizó el Grupo Técnico de la Asamblea.“Al juez le llevé varias carpetas, que el magistrado pidió que sean especialmente incorporadas al expediente”, explicó Alazard.“La perspectiva en términos de salud la fuimos construyendo en la Asamblea en base a la experiencia de otros médicos que vivieron las consecuencias de las pasteras, como los de Pontevedra en España y los de Valdivia en Chile”, aclaró el asambleísta, que valoró también los estudios y advertencias que realizan en la materia instituciones de incuestionable valor científico como las realizadas por la Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud.“También le aporté al juez un documento que no debe ser soslayado, porque se trata de la propia Embajada de Finlandia en Buenos Aires, donde esa representación diplomática reconoce los efectos negativos al medio ambiente y a la salud que genera una planta como la de Botnia”.De esta forma, Alazard le aportó a Quadrini la documentación que le envío personalmente la primera secretaria de la Embajada finesa, Petra Theman, donde se reconoce textualmente lo siguiente: “El proceso de fabricación de pasta al sulfato o proceso kraft es el más utilizado en todo el mundo, debido a las excelentes propiedades del producto y su aplicabilidad a todo tipo de maderas. Los vertidos de aguas residuales, las emisiones atmosféricas -incluidos los gases fétidos- y el consumo de energía son sus principales problemas medioambientales, aunque también los residuos pueden llegar a serlo en algunos países”.También la Embajada de Finlandia considera que el agua es un recurso renovable, lo que contradice los más elementales conceptos que obran en la materia y que demuestra la subestimación y el prejuicio intelectual y científico que tiene esa cartera diplomática en Argentina. Dice el documento de la Embajada de Finlandia aportado por Alazard: “Las principales materias primas son recursos renovables (agua y madera) y los productos químicos que se utilizan en la cocción y en el blanqueado. Los contaminantes que predominan en las emisiones a las aguas son las sustancias orgánicas. Los efluentes de las plantas de blanqueado contienen compuestos organoclorados, que se miden en AOX. Algunos de los compuestos vertidos por las industrias papeleras son tóxicos para los organismos acuáticos. Las emisiones de sustancias coloreadas pueden perjudicar a los seres vivos que habitan en el medio receptor. Las emisiones de nutrientes (nitrógeno y fósforo) pueden contribuir a la eutrofización de las aguas receptoras. Las aguas residuales contienen metales extraídos de la madera en bajas concentraciones, pero la carga total puede ser importante debido al gran caudal de los vertidos”. Alazar concluye: “A confesión de parte, relevo de pruebas”.Eso no es todo. Alazard también le aportó a Quadrini una información basada en los estudios de Botnia sobre sus propias emisiones reconocidas en los estudios de impacto ambiental. “Pero, a esos números le adjunté la ficha de seguridad química internacional, que son documentos emitidos por el Comité de expertos de Europa sobre el tema y aceptados a nivel mundial como guías, ante fugas y escapes; y la acción puntual sobre la salud humana y el medio ambiente que provocarán esas mismas emisiones”.“Este material también lo tomó Quadrini como muy importante, porque por primera vez cierra el círculo: los químicos y la cantidad que Botnia reconoce que emitirá y la ficha técnica que advierte sobre sus consecuencias nocivas y los efectos nocivos a la salud que genera cada”.Además, le aportó similares perspectivas en materia de salud que realizó el Colegio Médico de Gualeguaychú, la Federación Médica de Entre Ríos y la Confederación Médica de la República Argentina. Este dato institucional también es clave: dado que en Uruguay, cada vez que se habla de salud y pasteras, no lo hace la corporación médica sino los ingenieros químicos, “porque para un médico está claro que las pasteras generan una contaminación perjudicial y nociva para la salud”, sostuvo Alazard.
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