viernes, 20 de abril de 2007


La inauguración del reactor profundiza la relación entre Argentina y Australia.
Según el ministro de Planificación, Julio de Vido, el proyecto del INVAP constituye para Sindey "una de las mayores inversiones en ciencia y tecnología, y la mayor exportación de tecnología de la historia argenitna". "Es una ocasión especial para enfatizar los vínculos que nos unen en diferentes ámbitos, dijo.
Télam, enviada especialEl reactor nuclear argentino instalado en Australia y considerado el más moderno del mundo en su tipo fue inaugurado oficialmente hoy en la localidad de Lucas Heigts, en un acto que contó con la presencia del primer ministro australiano John Howard y los ministros de Planificación Federal, Julio De Vido, y de Educación, Daniel Filmus. "Este proyecto constituye para Australia una de las mayores inversiones en ciencia y tecnología y para Argentina la mayor exportación de tecnología de su historia", afirmó De Vido en el acto realizado en una gran carpa levantada en el predio que congregó a unas 500 personas. De Vido aseguró que "esta es una ocasión especial para enfatizar los vínculos que nos unen con Australia en diferentes ámbitos, siendo la concreción de este reactor un claro ejemplo". "En particular, nuestro país está interesado en profundizar los vínculos existentes no sólo en materia nuclear sino en otras áreas como ciencia y tecnología, y la presencia de mi colega el ministro de Educación, Daniel Filmus, es una prueba concreta de esa aspiración", agregó. Destacó además que el Gobierno argentino lanzó el año pasado el Plan Nuclear que implica la terminación de Atucha II, la extensión de la vida útil de Embalse, el estudio de factibilidad de la cuarta central nuclear, el desarrollo del reactor 100 por 100% argentino (Carem) y la rehabilitación de la planta de uranio enriquecido. Por su parte, el primer ministro australiano, que llegó con una fuerte custodia y acompañado por funcionarios de su gobierno, dijo que "cada dólar de esta inversión valió la pena".Howard también afirmó que "si una nación no está dispuesta a hacer una inversión de esta naturaleza, no está pensando en el futuro". En el acto, la ministra de Educación de Australia, Julia Bishop, quien previamente se había reunido con Filmus, destacó la importancia de poder concretar en el futuro intercambio de planes de estudios con las universidades argentinas, y felicitó "al personal del INVAP y de ANSTO por esta sociedad exitosa". En la construcción del reactor intervinieron unas 80 empresas contratistas que dieron ocupación a unas 1.000 personas para la realización de la obra civil. El proyecto fue diseñado íntegramente en Bariloche por técnicos argentinos. El reactor OPAL (de la sigla en inglés Open Pool Australian Light water/Piletas abiertas de agua liviana) fue diseñado por la empresa estatal argentina INVAP, y representa para la Argentina la mayor exportación tecnológica "llave en mano" pagada en efectivo, por un total de 200 millones de dólares (399 millones de dólares australianos). El desembolso para la compra del reactor, cuyo objetivo es la investigación y la fabricación de radioisótopos, fue realizada por la Australian Nuclear Science y Technology Organisation (ANSTO). El reactor no sólo alcanzó su potencia máxima de 20 megawatios el pasado 10 de noviembre, sino que ya recibió siete premios por distintos aspectos de excelencia durante la etapa de construcción y su puesta en operación. El combustible nuclear que utiliza también es proporcionado por Argentina a partir de la licitación ganada por la Comisión Nacional de Energia Atómica (CNEA) en enero de 2004, para suministrar "64 elementos combustibles" -barras de uranio enriquecido- que conforman los núcleos a quemar por el reactor. El predio de Lucas Height tiene una superficie de 15.000 metros cuadrados, en las que el reactor argentino ocupa 30 metros de largo por 3 de ancho y 14 de altura, y para su seguridad está protegido por una malla de acero que resiste el impacto de un avión pequeño. La reacción atómica se produce en un tambor de 32 centímetros por 32 centímetros y un metro 50 de alto, que está sumergido en dos enormes piletas con agua destilada para el enfriamiento del sistema. Allí por fisión se liberan neutrones para producir radiosótopos que se utilizan en medicina nuclear, informática, investigación de materiales y otros usos industriales. La empresa estatal argentina INVAP, con sede en Bariloche, se adjudicó la construcción del reactor nuclear el 6 de junio de 2000, cuando calificó como oferta preferida dejando afuera a firmas como la francesa Technicatome; la alemana Siemens y la canadiense ECL, sin que su oferta fuese la de más bajo precio. En Lucas Heigth trabajaron 160 técnicos argentinos, de los que aún permanecen aquí 20 para asistir a los australianos en esta primera etapa de la operación

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