lunes, 16 de abril de 2007


El majestuoso tigre tiene ya pocos lugares donde esconderse.
En el pasado solía deambular en libertad por los extensos manglares que han sido destruidos casi completamente por los humanos. Los cazadores furtivos obtienen elevados precios por la piel de los tigres y por otras partes del cuerpo que se utilizan en la medicina tradicional.En la actualidad quedan únicamente cerca de 7.000 tigres en la selva, de los 100.000 que había hace un siglo.Los animales como el tigre necesitan vivir en territorios extensos para sobrevivir. Dos proyectos apoyados por las Naciones Unidas están ayudando a algunos países a proteger y administrar los bosques naturales que quedan y en los que habitan especies en peligro de extinción. Al mismo tiempo, estos proyectos de conservación proporcionan otros medios de vida a las comunidades locales que dependen de los recursos forestales.Los Sundarbans *, uno de los últimos grandes ecosistemas de marismas del mundo, se extienden entre la India y Bangladesh y abarcan unos 10.000 kilómetros cuadrados de manglares. En reconocimiento de su flora y su fauna únicas, partes de los Sundarbans en ambos países han sido declaradas Sitios del Patrimonio Mundial *.El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD*) está trabajando con la India y Bangladesh en un proyecto de asociación para conservar la diversidad biológica de los pantanos de mangles de los Sundarbans donde aún deambulan los tigres. El proyecto contribuirá a que las familias extremadamente pobres que viven cerca de esos lugares fomenten otros medios de vida, como el turismo. "Queremos reducir la dependencia de la población local de los bosques", dice Arin Ghosh, quien tiene a su cargo el cuidado de bosques en la provincia india de Bengala Occidental.Las zonas protegidas cada vez están más aisladas de otros hábitat naturales, lo que dificulta la conservación de su diversidad biológica. Una solución consiste en conectar las zonas protegidas con otros bosques y santuarios mediante la regeneración de corredores que los vincule entre sí. Con ello se ayuda a la población que vive en los corredores a depender cada vez menos de los recursos forestales para su sustento.Con fondos procedentes de la Fundación de las Naciones Unidas * y del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM*), el PNUD esta ejecutando un proyecto para conservar y rehabilitar el único corredor forestal que vincula el Real Parque Nacional de Chitwan, sitio del patrimonio mundial que se encuentra en Nepal, con las cadenas de bosques de las montañas del Himalaya, donde viven tigres y otras especies en peligro de extinción. Las familias locales recibirán capacitación para fomentar otros medios de vida y los aldeanos recibirán incentivos para promover la custodia de la flora y la fauna y la protección del hábitat. Los tigres, otros animales y plantas raras están protegidos por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES). El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA *) administra el tratado, que prohíbe el comercio internacional de tigres y partes de tigres. Los países se basan en la Convención para fortalecer sus esfuerzos nacionales encaminados a impedir la matanza o el comercio de todos los animales y plantas en peligro de extinción, y para apresar a los cazadores furtivos y los contrabandistas.

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