"No hay ninguna posibilidad de saber a corto plazo si el nuevo planeta descubierto es habitable"
En una charla con Télam, el responsable de astronomía del planetario, Mariano Ribas, explicó que toda la información del cuerpo que orbita alrededor de Gleise 581, cuyo descubrimiento fue anunciado con bombos y platillos, es especulativa y que no se tendrán datos precisos hasta dentro de “por lo menos diez años”.
La aparición de un nuevo planeta rocoso fuera del sistema solar, a apenas 20 años luz de la Tierra y con condiciones aparentemente similares a esta, despertó las esperanzas de que fuera un nuevo espacio habitable para el ser humano.La mayoría de los medios se hizo eco del descubrimiento del cuerpo que orbita en torno de la estrella roja Gliese 581, en la constelación de Libra. Y no es para menos: en base a especulaciones racionales, los científicos que lo hallaron dedujeron que la temperatura es de entre 0 y 40 grados centígrados, lo cual permitiría la existencia de agua líquida en la superficie(condición sine qua non para la vida del hombre).Sin embargo, la cuestión no es tan sencilla como parece, ya que el planeta descubierto “es invisible para los telescopios”. Así lo explicó a Télam Mariano Ribas, responsable del área de astronomía del Planetario de la Ciudad de Buenos Aires, quien aseguró que “hasta que no se pueda tomar una imagen directa no se puede saber nada con un alto índice de certeza”.No se trata de una cuestión de distancias, como se puede suponer, ya que para los aparatos más modernos, que alcanzan sectores del universo hasta 12.000 millones de años luz distantes de la Tierra, 20 años luz no son nada. La cuestión es que la luminosidad del planeta nuevo es insignificante al lado de la estrella alrededor de la cual orbita. “Es como si miraras, desde dos kilómetros de distancia, un reflector gigante al lado de un fósforo: la luz de este último es, por supuesto, indistinguible”, ejemplificó Ribas, quien aseguró que los datos no tendrán un alto grado de certeza “de acá a diez años”.
La aparición de un nuevo planeta rocoso fuera del sistema solar, a apenas 20 años luz de la Tierra y con condiciones aparentemente similares a esta, despertó las esperanzas de que fuera un nuevo espacio habitable para el ser humano.La mayoría de los medios se hizo eco del descubrimiento del cuerpo que orbita en torno de la estrella roja Gliese 581, en la constelación de Libra. Y no es para menos: en base a especulaciones racionales, los científicos que lo hallaron dedujeron que la temperatura es de entre 0 y 40 grados centígrados, lo cual permitiría la existencia de agua líquida en la superficie(condición sine qua non para la vida del hombre).Sin embargo, la cuestión no es tan sencilla como parece, ya que el planeta descubierto “es invisible para los telescopios”. Así lo explicó a Télam Mariano Ribas, responsable del área de astronomía del Planetario de la Ciudad de Buenos Aires, quien aseguró que “hasta que no se pueda tomar una imagen directa no se puede saber nada con un alto índice de certeza”.No se trata de una cuestión de distancias, como se puede suponer, ya que para los aparatos más modernos, que alcanzan sectores del universo hasta 12.000 millones de años luz distantes de la Tierra, 20 años luz no son nada. La cuestión es que la luminosidad del planeta nuevo es insignificante al lado de la estrella alrededor de la cual orbita. “Es como si miraras, desde dos kilómetros de distancia, un reflector gigante al lado de un fósforo: la luz de este último es, por supuesto, indistinguible”, ejemplificó Ribas, quien aseguró que los datos no tendrán un alto grado de certeza “de acá a diez años”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario