jueves, 29 de marzo de 2007


Los aceites vegetales son la base de los futuros combustibles.
Pueden ser nuevos o usados, comestibles o no, y en una variedad que incluye tanto a la soja, el maní, el girasol, la palma, el lino y el nabo, como a los comestibles usados o a las grasas animales. Estos aceites reaccionan con metanol o etanol en presencia de un catalizador y producen esos nuevos combustibles que en un futuro cercano serán los reemplazantes naturales de los actuales.
El biodiesel se produce químicamente al hacer reaccionar cualquier aceite vegetal –nuevo o usado, comestible o no- o grasa natural con un alcohol, que puede ser metanol o etanol, en presencia de un catalizador; una sustancia que se utiliza para acelerar la velocidad de la reacción pero que no se consume durante el proceso.El listado de materias primas para obtener biocombustibles abarca un amplio abanico de cultivos comunes tales como la soja, el lino, el maní, la palma, el nabo y el girasol, que sumado a los aceites comestibles usados o a las grasa animales, dan un panorama de lo sencillo y ambientalmente amigable que resultarán este tipo de combustibles.“En nuestro caso se utilizó aceite vegetal usado por lo que realizamos un tratamiento previo a su uso para eliminar las impurezas que contenía. Este aceite provino del comedor de una planta industrial”, explicó la docente e investigadora Silvia Romano, a cargo del Grupo de Energías Renovables de la Facultad de Ingeniería de la UBA En el caso de la Planta Piloto que diseñó este equipo, el tratamiento del aceite consistió en la filtración del mismo para homogeneizarlo y una posterior eliminación del pequeño porcentaje de agua que contiene, mediante una destilación al vacío. El catalizador fue hidróxido de sodio.“Como consecuencia de la reacción química, que se realiza bajo determinadas condiciones de temperatura, agitación y tiempo, se obtienen Biodiesel y glicerina, que habrá que separar posteriormente”, precisó.Una vez separada la fase Biodiesel se procede a su purificación, es decir, lavarla para arrastrar los restos de metanol, catalizador y glicerina que pudieron quedar presentes en el biocombustible y eventualmente, secarla. Una vez que obtenido el producto purificado, para saber que realmente es Biodiesel habrá que medir las propiedades que exigen las normas y verificar que los valores de los parámetros medidos estén dentro de los rangos admisibles.En cuanto a la glicerina, no se suele fabricar directamente sino que por lo general se obtiene como subproducto en distintos procesos industriales. En este caso, habrá que purificarla para poder usarla y/o comercializarla.“En escalas pequeñas este proceso no tiene mucho sentido debido a los bajos volúmenes de glicerina obtenidos, pero en escala industrial esto se torna sumamente interesante ya que se obtiene glicerina de mayor alto de pureza y se recupera parte del metanol (materia prima para la obtención del Biodiesel) que vuelve al proceso, disminuyendo los costos”, agregó.

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