lunes, 26 de marzo de 2007


El hombre que entendió que conservación y turismo no son antagónicos.
Se trata de Salvador Vellido, intendente del Parque Nacional Lanin, un entusiasta impulsor de abrir las áreas protegidas a los visitantes, de asociarlas y articularlas a la participación interna y externa para dejar atrás el férreo sistema que hacía de esos territorios, lugares herméticos e intangibles.
Por Alejandro San MartínEl intendente del Parque Nacional Lanin, Salvador Vellido, es junto a su par del Parque Nacional Lago Puelo, Augusto Sánchez, uno de los máximos exponentes de esa generación de hombres dedicados a las áreas protegidas que han comprendido la necesidad de desestimar la falsa antinomia entre conservación y turismo, e impulsar la apertura de esos territorios a los visitantes.“La política de gestión de parques está vinculada a asociarse y articular una mecánica de participación interna y externa, que también hace que los lazos y la conducción de parques generen acciones más sólidas, y el desafía mayor, porque venimos de un organismo autoritario, de un organismo donde la formación cultural no tiene que ver justamente con el abrir, sino con cerrar”, dijo a Télam.La claridad meridiana de estos conceptos se enhebra con un momento histórico en que la Administración de Parques Nacionales, de la mano de Héctor Espina, comprendió esa necesidad y la puso en práctica.Sin embargo, es menester reconocer el esfuerzo de estos hombres, como Vellido y Sánchez, que debieron lidiar con sectores reacios a la apertura, más cercanos a dejar los Parques Nacionales del país como cotos cerrados, sin la visión suficiente como para entrever hacia dónde iba la marea.El trabajo de Vellido no es fácil, aunque sí apasionante: la conducción de un parque que ocupa más de 412 mil hectáreas, tiene trece vías de acceso, tres pasos internacionales, tres ciudades vecinas, siete comunidades indígenas y cerca de cincuenta mil hectáreas en loteos.Sin embargo, y de acuerdo a la intención de participación interna y externa, fue tejiendo una serie de relaciones que denomina: “redes asociativas”, con entidades intermedias y las instancias institucionales de cada una de las localidades, que facilitaron el manejo.También las relaciones con las comunidades mapuches se fueron ideando en torno a lo que se ha denominado co manejo, mediante el cual la política a aplicar en los territorios mapuche del parque se deciden en forma conjunta, y la responsabilidad sobre los problemas ambientales y sociales, se comparte.Respecto a los municipios, Vellido pone como ejemplo las reuniones en las “mesas” de ESATUR en San Martín de los Andes, alrededor de la cual se sientan los ejecutivos municipales, las corporaciones económicas turísticas, y el representante por Parques Nacionales.“Nosotros hemos juntado alguna información y a través de ellos estamos identificando cuales son los lugares donde amerita hacer un ordenamiento y un estudio de impacto de capacidad de cargas”, explicó.El intendente del Parque Nacional Lanin atribuye su forma de ver la política de Parques a la posibilidad de actuar fuera de su esquema; fue presidente de la sociedad de guardaparques, participó de congresos internacionales, trabajó en la escuela de guardaparques y ocupó un cargo político dentro del directorio de la APN.Vellido tiene varias “joyas” para mostrar en su trabajo en el Lanin, como el denominado “diagnóstico de la biodiversidad”, que es una radiografía que tiene el parque sobre su estado de conservación.“Es un documento que tenemos hecho y que es muy valioso porque permite tomar decisiones a favor de la consigna central que tiene parques que es conservar la biodiversidad y la diversidad cultural, de manera que podemos articular eso con los intereses sociales y económicos que están en juego”, precisó.También el tema de los residuos es otro de los orgullos del Lanin. “Junto con el municipio de San Martín pusimos en funcionamiento una fuerte campaña ‘vuelva con sus residuos’, y sacamos los tachos y recipientes para auspiciar que el turista vuelva con sus residuos al lugar de origen, es decir, los centros urbanos”, explicó.Asimismo, Vellido contó que en el marco del proyecto de integración se decidió articular con el municipio de San Martín un financiamiento dentro del parque que se tradujero en la futura construcción de la costanera, una senda, la prestación de servicios básicos, centro de visitantes, muelles y otras obras de infraestructura.“Además, estamos haciendo un edificio donde va a funcionar la nueva intendencia del parque para que la vieja, que es un edificio histórico y ubicado estratégicamente en el centro de la ciudad, vecino al palacio municipal, se convierta en un centro de interpretación de la naturaleza e informe al público, que va a ser el único en nor patagonia”, relató.Las horas pueden pasar inadvertidas en una conversación con Salvador Vellido y derivar en temas tan diversos como la importancia del proyecto “Tres Parques, Siete Lagos”, donde tuvo una participación fundamental, hasta la trascendencia de Parques Nacionales en la vida de la comunidad, sus aspectos sociales y ambientales.Antes de finalizar la rica charla, Vellido deja una reflexión: “Creo que los cambios son muy auspiciosos, y apuntan a una verdadera democratización de la gestión de los parques nacionales en un país que tiene una definición constitucional como país federal y donde obviamente ese ejercicio de federalidad es relativo”; quien quiera oír, que oiga.

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