viernes, 13 de abril de 2007

POLEMICA Y MALA INTENCION DEL GOBERNADOR DE ENTRE RIOS.
La polémica social ya estaba instalada cuando en el marco de las XIX Jornadas Forestales de Entre Ríos realizada en Concordia en noviembre pasado, unos 350 productores, industriales y profesionales del sector forestal aplaudieron efusivamente la presentación realizada por Carlos Faroppa, general advisor para el proyecto Botnia en la margen izquierda del río Uruguay en la República Oriental, que detalló con lujos de detalles los alcances de la planta celulósica, su impacto en la región y el nuevo escenario que abriría en la cadena foresto-industrial de toda la región. "Envidiamos sanamente a la hermana república uruguaya por haber sido receptiva de este proyecto", argumentó uno de los máximos dirigentes del sector en la tórrida siesta concordiense. Fue esta una de las primeras manifestaciones de apoyo que recogió la iniciativa, que continuó luego, aunque sin estridencias, en el entendimiento que "significaría un nuevo horizonte en cuanto al fortalecimiento del sector". Sucede que para el sector forestal entrerriano la nueva planta tendría efectos trascendentes.Según las estimaciones de los principales actores, la planta Botnia consumiría alrededor de 1.000.000 de metros cúbicos de pasta de madera de este lado del río, más precisamente de Entre Ríos, y un estudio recientemente publicado por el Ing. Jorge Glade, asegura que en adelante existirá un excedente de madera de poco diámetro —el que utilizará Botnia como insumo básico— y la planta "nos permitiría sacar madera fina al sector forestal entrerriano". Si esto no sucede, los precios de la madera tenderían a caer, desalentado el buen momento por el que atraviesa un sector que ha logrado ensamblar los eslabones de su cadena. EFECTOS. Los especialistas consultados aseguran que el impacto sobre el empleo en el sector forestal de la provincia sería importante, amen del enorme movimiento que generará en toda la región una inversión que rondará los 1.100 millones de dólares. Los empresarios entrerrianos creen que la empresa de origen finlandés se ha movido con mayor cautela y respeto por las instituciones, cumpliendo los requisitos y brindando participación, con respecto a la española Ence que también tiene su propuesta de instalación en el Uruguay, y esperan que realmente cumpla con las condiciones de cuidado mediambiental. "No queremos que lo primero que hagan es disminuir los cuidados por el medio ambiente si los números no le cierran", aseguró un ingeniero de la Costa del Uruguay de gran conocimiento del tema, que marcó la paradoja que en España se reclama que la planta papelera se instale allí por el impacto que tendrá en el mercado laboral, y no en Sudamérica. Simultáneamente, mientras crecen los focos de oposición en la Argentina y el Uruguay —esta semana se sumó a los pedidos de audiencia al flamante gobierno de Tabaré Vázquez la Asociación Soriano para la Defensa de los recursos naturales que "solicita ser recibida a la brevedad para plantear nuestra posición contraría a los proyectos de instalación de plantas procesadores de celulosa (Botnia y Ence) en Río Negro", se conoció que en 60 días comenzaría la construcción de la obra en la provincia de Río Negro. La agencia ICI, de noticias forestales uruguayas, informó que el equipamiento de laboratorio ya se encuentra en el Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente (Mvotma). "La nueva infraestructura tendrá un fuerte impacto positivo en la región, en la medida que aumentará la actividad económica y social", dijo Francisco Centurión, jefe comunal de Río Negro. CAMBIOS. En consonancia con esto, la Intendencia de Fray Bentos envió recientemente a la Junta Departamental un proyecto de ordenanza para ampliar las zonas urbanizables, advirtiéndose allí que "cada vez aumenta más la cantidad de privados interesados en establecerse en la zona, ya sea a través de la apertura de hoteles y comercios. También comenzó a incrementarse la cantidad de casas que se están construyendo para el personal directivo de la empresa". Botnia adjudicó a la firma finlandesa Lemminkainen su construcción, ya que ésta ganó la licitación para construir la planta de procesamiento de pulpa de madera en Uruguay, según informó la compañía el martes pasado. Si bien ambas compañías acordaron no difundir el monto del trato, (Botnia es propiedad de los grupos forestales finlandeses UPM-Kymmene, M-real y Metsaliitto), Klaus Tervila, vicepresidente de Lemcon, la unidad de construcciones de Lemminkainen, dijo que "llevaremos adelante la construcción del proyecto, dividido en pequeñas partes, para ofrecerlo a compañías locales", comentó Tervila. Lemminkainen dijo que el contrato incluye la construcción de un nuevo puerto, y si bien la obra comenzará a levantarse en 60 días, está previsto que la planta empiece a funcionar en otoño de 2007.Uruguay abre el diálogoEL GOBERNADOR JORGE BUSTI ANUNCIÓ que será recibido el miércoles 30 de marzo a las 10 en Montevideo por el secretario general de la Presidencia de Uruguay, Gonzalo Fernández, para conversar sobre la instalación de una planta de celulosa en Fray Bentos, tal como se lo transmitió ayer el jefe de Gabinete de la Nación, Aníbal Fernández.Busti alentó una planta en Entre Ríos"Los canadienses me decían: deténgalo, deténgalo, que no anuncie la planta porque estamos esperando los resultados finales. Busti quería plantar el ladrillo fundacional sin esperar un minuto". Con esta anécdota recordó un prestigioso profesional concordiense el impulso que le dio el actual Gobernador a la instalación de una planta celusosa en Entre Ríos. Las fuentes consultadas no pudieron precisar la fecha pero ubicaron el acontecimiento en el cenit de 1988, a poco menos de un año de que Jorge Pedro Busti comenzara a desandar su primera gestión de Gobierno. Un alto funcionario de esa gestión le acercó un proyecto para el que un sólido trípode empresario compuesto por el Grupo Arcor, Nobleza Picardo (British Company) y el Citi Bank (que había comprado Celulosa Argentina), que pensaba invertir 900 millones de dólares. El holding encargó a la consultora Simmons & Reid Collins, con el aporte de profesionales locales, el estudio de prefactibilidad que dio altamente positivo y aconsejó su instalación —se supo luego a pesar de la reserva del grupo— en cercanías de Puerto Yeruá y Nueva Escocia, que terminó imponiéndose a la idea de radicarla en el límite con Corrientes. El estudio costó 600 mi dólares, y lo pagó la empresa. Se asegura que detrás estaban los mismos grupos que llegaron luego a la República Oriental del Uruguay.Busti entendía que el proyecto, según fuentes cercanas por aquel entonces al Gobernador, era un base genuina de incentivar la economía en una zona que comenzaba a mostrar preocupantes índices de desocupación y exclusión social. "Viajaron a Rosario y cerraron el acuerdo con el Holding. Estaba todo arreglado, cuando se murió imprevistamente don Fulvio Pagani (alma mater de Arcor en Córdoba, empresa con inversiones en el sector papelero) y todo se derrumbó porque coincidió con la salida de Alfonsín (Raúl), la crisis económica y el proyecto terminó pinchado. Me llama la atención la oposición actual del Gobierno al proyecto de Uruguay", consignó la fuente, que prefirió mantenerse en el anonimato.

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